¿Por qué penalizar el aborto no lo impide?

penalizar el aborto

Existe la falsa creencia que “penalizar el aborto” hará que estos cesen. No obstante, las estadísticas nos demuestran lo contrario.

Impedir que las niñas y mujeres accedan al aborto no hace que la necesidad de este desaparezca. Se estima que todos los años, el 25% de los embarazos acaban en aborto; por lo que sin importar que este sea o no legal, la gente seguirá necesitando estos servicios y accederá a ellos.

No obstante, cuando los gobiernos restringen el acceso al aborto, únicamente lo limitan a aquellas familias de clase alta que pueden pagarse un viaje a otro país o acudir a una clínica privada. Es por eso que el libre acceso a las píldoras abortivas podría poner un fin a los costosos e inseguros abortos quirúrgicos en centros clandestinos.

Según la OMS, nos referimos como aborto inseguro a “un procedimiento para finalizar un embarazo no deseado realizado por personas que carecen de la capacidad necesaria o que se lleva a cabo en un entorno donde se carece de un estándar médico mínimo, o ambos”.

Desafortunadamente, en gran parte del mundo, es el único medio por el cual las víctimas de violación o incesto pueden acceder a estos tratamientos.

El acceso al aborto sin riesgos es una cuestión de derechos humanos, quienes especifican que las decisiones sobre nuestro cuerpo son solo nuestras debido al principio de autonomía física. Obligar a una persona a mantener un embarazo no deseado o asistir a una clínica en la que su vida puede correr peligro es atentar contra su vida y sus libertades.

Desafortunadamente, la evidencia moderna no ha podido impedir que miles de mujeres pierdan la vida en cirugías clandestinas. Pero si estas familias contarán con acceso a la información y los recursos médicos necesarios, podrían ahorrarse este trágico destino.

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